- Viriliana
El día que aterricé en Australia
No podía creerlo, me encontraba parada con mi equipaje en el aeropuerto de Melbourne observando como todos a mi alrededor hablaban en inglés, estaba sucediendo, no era un sueño, estaba a 16.450 kilómetros de mi casa.

Dónde esta mi equipaje?
Empaqué toda mi vida en dos maletas, bueno, casi toda mi vida, a excepción de libros y algunas cosas que dejé con mi hermana. Vendí y regalé muchas cosas. Puse en arriendo mi casa y renuncié a mi trabajo. Todo un proceso que muchas veces me hizo dudar: será que, si estoy tomando la mejor decisión para mi vida? o será que, estoy siendo muy descabellada con todo esto?
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba haciendo escala en Chile rumbo Australia, y una hora después de haber aterrizado, estaba intentando contener las lágrimas, para no llorar como una niña chiquita en medio de un montón de desconocidos porque el vuelo rumbo a Melbourne, se iba sin mi.
-Señorita le informamos que no puede abordar el vuelo con destino a la ciudad de Melbourne, su equipaje no se encuentra en el avión. - Me dijeron en la aerolínea.
- ¡Keep your hair on your head! - aprendí a decir en inglés cuando literalmente no debes volverte una caricatura sin pelo en la cabeza del pánico, y mas bien conservar la calma.
Mucha calma y mucho"OM" necesité para pasar la odisea de estar 12 horas en el aeropuerto en Chile, buscando mis maletas. Me encontraba sola sin saber de mi equipaje, asustada como niña pequeña, con ganas inmensas de regresar a casa y volver a la vida que ya conocía.
El equipaje no apareció, así que tenia tres opciones: llorar, tomar un vuelo regreso a Colombia o tomar el último vuelo de ese día con destino a Melbourne y seguir el camino.
Así que...
–Señorita este es su tiquete. Su vuelo sale a las 12:05 am en la ruta Santiago- Auckland- Sydney –Melbourne.
Aunque me encontraba llena de dudas, miedos, y aburrida porque probablemente iba a gastar parte de mis ahorros para sobrevivir el primer mes en Australia comprando los calzones perdidos, internamente había una vocecita que me susurraba: -"vamos sigue adelante, ya has logrado mucho y has tomado una decisión". Y sí! eliminé todas las posibilidades de dar marcha atrás. Decidí seguir volando otros 14.634,75 km lejos de casa.
Resulta que mis calzones estaban a salvo, mis maletas llegaron primero, en el vuelo que no pude abordar, así que mi tarea al llegar al aeropuerto de Melbourne fue localizar mi equipaje. El reto fue hacerlo con mi speaking in English, que era mas bien un balbuceo de bebé, pero pues nada, tocaba! como fuera me haría entender. Recurrí a la mímica exagerada de mis gestos corporales más propia del planeta de los simios que del lenguaje de señas, y lo logré!
Salí del aeropuerto con el éxito de haber encontrado mis maletas, segunda prueba superada, iba rumbo a mi nueva residencia, lugar que había encontrado a través de un grupo de colombianos en Facebook. No conocía a nadie, pero puse toda mi confianza en que sería un buen lugar donde vivir mientras conocía la ciudad, y lo fue!
No era un sueño
Estaba en Australia, ¡al otro lado del mundo! Me pareció increíble, pero lo cierto, es que este era un sueño y se había hecho realidad. Cómo lo había logrado?
Siempre sentí que quería tener la experiencia de vivir por fuera de mi país para viajar y aprender otro idioma, y por mucho tiempo ignoré este deseo, hasta que un día entendí que necesitaba priorizar y enfocarme en lo que sentía que era importante para mí, no en lo que se suponía debía hacer.
A pesar de las dudas, y los miedos, llegué a la conclusión, de que es inevitable vivir la incertidumbre del resultado, además muchas veces tu mente te va a desmotivar, pero tu tienes que llenarte de valor para decirle: "Oye quieres esto? entonces vamos a hacerlo, es un hecho" y ponerte en acción.
Así que simplemente es ponerse en acción para que todo se vaya sucediendo, no cerrar la puerta ante el primer obstáculo, y permitirnos confiar en nuestras capacidades para lograrlo. En muchos momentos de tu vida es importante tomar riesgos para lograr lo que te hace ilusión y persistir.
Respuestas maravillosas llegan al tomar decisiones en dirección a lo que amas en tu vida, aunque todo al inicio sea un caos. Se trata de un desorden temporal, que te invita a interactuar con el mundo de manera diferente, a no temer a lo desconocido, actuar con determinación y empezar a creer en vos mismo.
¡Gracias por leerme!
See you pronto Evribady!